
Escritura expresiva. ¿Es buena para la salud?
¡Cuántas veces habremos oído eso de “suéltato, no te lo calles, desahógate”! Tampoco es infrecuente que las personas escribamos en diarios donde anotamos las cosas buenas y malas que nos han sucedido. Parece que hay una relación positiva entre plasmar nuestras emociones en un papel y sentirnos bien. Pero, ¿hasta qué punto?
El ejercicio que supone poner en palabras escritas los sentimientos (escritura expresiva) nos servirá para presentar hasta qué punto se pueden afrontar, mediante la escritura, las experiencias emocionales negativas.
“La escritura expresiva supone plasmar nuestros sentimientos en un papel”
LA ESCRITURA EXPRESIVA
Dos investigadores, Pennebaker y Hoover (1985), confirmaron que, ante la pérdida repentina de un ser querido, la variable referida a la escritura expresiva parece jugar un papel destacado entre las estrategias de afrontamiento adaptativas, además de producir una disminución en los trastornos de salud.
Pennebaker y Beall (1986), durante una sesión de laboratorio, solicitaron a los participantes del estudio que escribieran acerca de un suceso traumático que les hubiera ocurrido. En este tipo de estudio se inducir a las personas a que escribieran acerca de la experiencia emocional más traumática que les hubiera ocurrido y sobre la que, preferentemente, no hubieran compartido o lo hubieran hecho en menor medida.
En general, los resultados del estudio mostraron que la escritura expresiva no es beneficiosa para la salud a corto plazo pero, por el contrario, sí lo es a largo plazo.
“La escritura expresiva es beneficiosa para la salud a largo plazo”
En otra investigación realizada por el equipo de Pennebaker, que se desarrollaba durante cuatro sesiones consecutivas de escritura, los datos indican que tanto los grupos que escribieron sobre los “hechos y sentimientos”, como los que lo hicieron sólo sobre los “sentimientos”, presentan a corto plazo mayor tasa de tensión arterial, así como un predominio de la afectividad negativa después de la sesión. Sin embargo, a largo plazo se observó una reducción importante en el número de visitas realizadas al centro de salud. Por tanto, se puede afirmar que escribir sobre una experiencia emocional negativa atendiendo tanto a los hechos como a los sentimientos, o bien sólo a los sentimientos asociados a ella, aumenta la activación fisiológica y la afectividad negativa a corto plazo, pero a largo plazo genera una mejora en la salud (Pennebaker, 1990).
“Escribir sobre una experiencia emocional negativa genera una mejora en la salud a largo plazo”
ESTUDIO TRAS LOS ATENTADOS DEL 11-M EN MADRID
Un grupo de investigadores decidió estudiar el fenómeno de la escritura expresiva y sus efectos sobre la salud tras los terribles atentados del 11-M en Madrid.
Para ello, diseñaron un estudio longitudinal (tomaron medidas a lo largo del tiempo) y evaluaron las consecuencias personales y sociales que supone escribir sobre los pensamientos y sentimientos tras el 11-M.
Los participantes que escribieron sobre el 11-M, tres semanas después de los atentados terroristas, manifestaban una menor intensidad emocional, un menor compartir social, así como un mejor clima emocional percibido en comparación con el grupo control (fuente: Fernández, Páez y Pennebaker, 2004).
CONCLUSIONES
La inhibición de emociones provoca problemas psicológicos. Además, se ha constatado que las sociedades que se caracterizan por una mayor expresividad poseen un mayor bienestar subjetivo. También se ha confirmado que las culturas que inhiben la expresión emocional, en particular las de tipo verbal, son sociedades con mayor malestar afectivo (Deighton y Traue, 2005). En otras palabras, no sólo los individuos que verbalizan menos las emociones tienden a tener más problemas de salud, sino que existe una relación similar cuando se trata de contextos culturales poco expresivos.